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FIRME LA CARTA ABIERTA

NADIE ESTARÁ A SALVO

HASTA QUE TODAS Y TODOS LO ESTEMOS

Añada el nombre de su sindicato y sume a esta carta la fuerza de sus miembros.

Al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, al presidente de Suiza, Guy Parmelin, al futuro o la futura canciller de Alemania y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

A lo largo de esta pandemia, el personal del transporte se ha encargado de llevar a la gente a casa, de trasladar a los trabajadores y trabajadoras esenciales al trabajo y de mantener operativas las cadenas de suministro más importantes. Sin embargo, la desigualdad en el acceso a las vacunas y los tratamientos constituye una amenaza existencial a nuestra seguridad y a la recuperación de nuestros sectores.

El personal del transporte —desde la aviación hasta el sector marítimo, pasando por el transporte por carretera y el transporte público— se ha enfrentado a restricciones de viaje, abandonos, paralizaciones y escasez de recursos, pero ha arriesgado su vida por mantener el mundo en movimiento. Como consecuencia de ello, se ha puesto en riesgo el medio de vida de cientos de millones de trabajadores y trabajadoras de la economía mundial.

El personal del transporte lo ha pagado caro. Hemos perdido a demasiados compañeros y compañeras por la enfermedad. La probabilidad de fallecer a causa del COVID-19 ha sido más de tres veces mayor entre nosotros. A millones de compañeros y compañeras los han dejado a la deriva unos Gobiernos egoístas. El tratamiento que ha recibido la gente de mar, atrapada en sus buques durante meses con contratos vencidos a causa de unas restricciones de viaje inhumanas, podría ser el ejemplo más claro.

A esto se suma un programa de vacunación mundial estancado porque el Reino Unido, Suiza, Alemania y la UE han decidido proteger los intereses de las empresas farmacéuticas a expensas de nuestras vidas. Esta actitud, además de deplorable, resulta autodestructiva.

Mientras se antepongan los intereses corporativos a nuestra seguridad, seguirán sin recuperarse nuestros sectores, incluidos la aviación alemana, el transporte por carretera británico y las cadenas de suministro del transporte marítimo a nivel mundial.

Además de para nuestro personal, eliminar el principal escollo a la producción y el suministro de pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas contra el COVID-19 resulta esencial para la recuperación de la economía mundial.

Cada día que pasa conlleva más muertes, más pérdidas humanas y más reveses a la recuperación de nuestros sectores y economías. No les quedan excusas. Deben aprobar la exención del Acuerdo sobre los ADPIC sin demora.

Nuestras vidas y nuestro sustento dependen de ello. Nadie estará a salvo hasta que todas y todos lo estemos.

Firmamos solidariamente,

Los trabajadores y las trabajadoras del transporte de todo el mundo

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